No 4 (2010)

Hacia una pedagogía del género humano

    En este número colaboran varios investigadores que continúan la temática del cuidado de sí  del número anterior de Fermentario en relación a lo que  hemos dado en calificar la “pedagogía del género humano”. La profesora Ana Fernández retoma la interesante cuestión del aprendizaje a partir de la temática del “anatema”. Para ello se basa en Lacan y su propuesta del matema como “lo único que puede enseñarse”, “capaz de transmitirse integralmente”. Y, por otra parte, en Foucault, con su lectura del matema como “el conocimiento y las formas mismas del conocimiento” en contraposición a la synousía como la práctica de la filosofía que consiste en “cohabitar” con ella.

   Marcelo Real habla de una estrecha relación entre la idea de tiempo y los ejercicios espirituales en la filosofía antigua y cristiana como vía del sujeto para acceder a la verdad.  Valentín Guerreros analiza una de las últimas entrevistas que se le hace a  Foucault para dar cuenta de ciertas confusiones en la que podemos incurrir en la visión de Foucault y la temática del "cuidado de sí" en la última etapa de su pensamiento. El trabajo de Carla Rebagliatti, Paola Scialoia y  Teresita Suárez, refleja una reflexión sobre el "cuidado de sí" en la educación actual a partir de filósofos como Sócrates, Epicuro, Nietzsche y Foucault. Ideas como las de: cuidado de sí, educación, sociedad, cultura, actitud filosófica, entre otras, son aquí analizadas y examinadas. Andrea Díaz Genis recupera la tradición antigua del cuidado de sí, que asocia a la filosofía con un determinado proyecto educativo y que se coloca también como un posible antecedente del psicoanálisis, entendido como una cura del alma a través de la palabra, el autoexamen y la relación entre médico- paciente o filósofo-discípulo y de una verdad que necesita de la “conversión” del sujeto.  Enrique Puchet, trabaja en profundidad el escrito de Séneca sobre “La tranquilidad del Alma”, interpretando la filosofía desde una perspectiva médica. Este escrito de Séneca, mejor que otros, trae al debate algunos de los grandes tópicos promovidos por la escuela estoica. Desde el principio, el discurso cobra animación al desarrollar el concepto, característico de la Estoa, de que la Filosofía es terapia vital, búsqueda de un “arte de vivir”. Patricia Carabelli relaciona tanto la epimeleia heautou (inquietud de sí) y el gnothi seautou (conocimiento de sí) a una ética de la verdad que promovía el acceso a una forma de vida - individual y colectiva - superior. El maestro - en tanto parrhesiastés -  era quien guiaría al alumno en este proceso de transformación paulatina en sujeto de veridicción. Finalmente Alvaro  Rodriguez retoma la consideración que realiza Foucault sobre Kant en su obra “La Hermenéutica del sujeto” respecto a las condiciones de espiritualidad y su relación con el conocimiento. A partir de allí se intenta problematizar el lugar de la actitud crítica o actitud ilustrada como actitud espiritual en la educación

   Todos los artículos tienen en común esta búsqueda de construir una “pedagogía del género humano” a partir de las consideraciones que nos legaron los filósofos antiguos y desde algunos aportes de la filosofía contemporánea.

   Como siempre la Revista incorpora en sus números: homenaje a pensadores, comentarios de libros y alguna traducción de textos para nosotros relevantes.

   A su vez, en este número los resúmenes de los artículos y palabras claves aparecen en español e inglés gracias a las traducciones realizadas por la profa. Adriana de los Santos.

 

                                 Dra. Andrea Díaz Genis

 

PRESENTACIÓN DE LA TEMÁTICA:

 Hacia una pedagogía del género humano

Dra. Andrea Díaz y Mag. Carmen Caamaño

             Séneca decía en una de las cartas a Lucilio: “Suprimió el tratado de los advertimientos, diciendo que pertenecía al pedagogo y no al filósofo, como si el sabio fuese alguna otra cosa sino el pedagogo del género humano” (carta 89). En otro momento nos habla de los males de un aprendizaje no para la vida, sino para la escuela (carta 106).  ¿Es posible una educación del género humano  en el sentido más general y genuino?

            Rousseau en su  “Emilio” nos plantea algo que va  encaminado en este sentido:

“Antes que la vocación de padres, la naturaleza los llama a la vida humana. Vivir es el oficio que quiero enseñarle. Lo admito, al salir de mis manos no será ni magistrado, ni soldado, ni sacerdote: será ante todo un hombre; todo lo que un hombre debe ser sabrá serlo, llegado el caso, tan bien como cualquier otro, y por más que la fortuna le haga cambiar de puesto, estará siempre en el suyo”

Una educación de  lo humano, ¿no es acaso la que emprendieron también los griegos a través de Sócrates entendido como maestro del cuidado y conocimiento de sí (epimeleia heautou, y gnothi seauton), y mucho más allá de ellos, toda la cultura antigua, helenística y romana, sobre todo a través de las escuelas de los estoicos y epicúreos?  Una filosofía que se  presenta como “cura”, desde la búsqueda de una vida buena que tiene por finalidad la  “tranquilidad del alma”. Otra forma de decir, una educación ética, en el más amplio y profundo sentido: “humana”

            En una versión contemporánea, Martha Nussbaum habla de “el cultivo de la humanidad”  En este sentido, se replantea la vuelta a la educación socrática, como la más apta para el cultivo de la humanidad en la educación:

“La educación liberal en nuestras escuelas superiores y universidades es-debe ser-socrática, dedicada a la tarea de activar en cada estudiante una mente independiente y producir una comunidad que pueda verdaderamente razonar en conjunto sobre un problema, y no simplemente intercambiar alegatos y contraalegatos”[1]

En este aprendizaje claro, se le asigna un papel central a la filosofía, no tanto desde los contenidos, sino desde una formación que pone como centro el “cultivo de la humanidad”,  la capacidad crítica y creativa, la capacidad de preguntarse y repreguntarse, asociadas al desarrollo de una imaginación narrativa. Pues esto es lo que se requiere, la capacidad de hacer un examen crítico de uno mismo, o una vida examinada (desde el mayor fervor socrático), el desarrollo de la habilidad de razonar lógicamente o de poner a prueba lo que uno lee desde el punto de vista de la solidez del razonamiento y la capacidad de verse no sólo como ciudadanos de una país o una región sino del mundo,  como seres humanos vinculados a otros seres humanos por los lazos del reconocimiento y la mutua preocupación.

            Por otra parte, también las teorías pedagógicas contemporáneas, que incluyen tanto miradas culturalistas como antropológicas y otras, insisten en el valor de la educación como la forma superior de humanizar: educar sería humanizar en el entendido de que ésta es una actividad específicamente humana, es inherente a la especie.  Por ello, esta actividad se convierte en un derecho inalienable del individuo.

            Son diversos los autores que abordan con énfasis esta temática insistiendo en la importancia crucial del derecho a la Educación que tienen los seres humanos.  Entre muchos, se destacan: Meirieu (2001)[2], Bruner (1997)[3], Bouché Peris (2002)[4]

            Meirieu (2001:30-31) sostiene que

“…educar es, precisamente,  promover lo humano y construir la humanidad… ello en los dos sentidos del término, de manera indisociable: la humanidad en cada uno de nosotros como acceso a lo que el hombre ha elaborado de más humano, y la humanidad entre todos nosotros como comunidad en la que se comparte el conjunto de lo que nos hace más humanos.  Por esta razón, el decidir –o simplemente aceptar- privar de forma deliberada, aunque fuera a un solo individuo, de la posibilidad de acceder a las formas más elevadas del lenguaje técnico y artístico, a la emoción poética, a la comprensión y a los grandes sistemas filosóficos, es excluirlo de la humanidad, y excluirse a uno mismo de ese círculo.  Es, en realidad, romper el propio círculo y poner en peligro la promoción de lo humano”.

Bouché cita  a Whitehead (1957:23) cuando se refiere a los fines de la educación afirmando que “Sólo hay una materia para la educación, y es la vida en todas sus manifestaciones” (2002:127).  Estas reflexiones acerca de la vida en todas sus manifestaciones solamente lo pueden hacer los humanos. Ello viene aparejado con los planteos que realizan muchos educadores actualmente en relación a la pregunta “¿Cuáles deberían ser realmente los fines de la educación?”  (Bouché, 2002:27). 

            En el mismo sentido, cuando Bruner (1997:82) analiza la construcción narrativa de la realidad lo hace en función de la especie humana.  Es esta especie la única capaz de realizar esta construcción narrativa. Por otra parte, la función metacognitiva, una de las formas más potentes de aprender, también es propia del ser humano. Cuando sostiene que “La pedagogía moderna se mueve cada vez más hacia la posición de que la niña (o el niño) debería ser consciente de sus propios procesos de pensamiento y que es crucial tanto para el teórico pedagógico como para la maestra ayudarla a hacerse más metacognitiva; a ser tan consciente de cómo desarrolla su aprendizaje y pensamiento como lo es la materia temática que está estudiando”, no se refiere a otras especies sino a la humana.

            Podría decirse que focalizar la atención en la ‘pedagogía del género humano’, tal como lo indica el título de esta presentación, se ha vuelto una necesidad impostergable para este mundo actual que Meirieu llama “un mundo sin referencias” (2004)[5].



[1] Marta Nussbaum: El cultivo de la humanidad,  Paidós,  Barcelona, 2005

[2] Meirieu, Ph. 2001. La opción de educar. Ética y pedagogía.  Barcelona: Octaedro.

[3] Bruner, J. 1997. La educación, puerta de la cultura.  Madrid: Aprendizaje Visor

[4] Bouché Peris, H. e.a. 2002. Antropología de la educación.  Madrid: Síntesis. 

[5] Meirieu, Ph. 2004. Referencias para un mundo sin referencias.  Barcelona: Graó.

 

Tabla de contenidos

Artículos

Del matema (mathémata-mathésis) y la transmisión
Ana María Fernández
EL TIEMPO EN LA TERAPÉUTICA ANTIGUA Y CRISTIANA y sus implicancias para el psicoanálisis PDF
Marcelo Real
Una Advertencia con respecto a la relación entre Foucault y el pensamiento greco-latino. Estudio sobre una entrevista realizada a Michel Foucault. “Le retour de la morale”
Valentín Guerreros
El Cuidado de Sí en la educación actual PDF
Carla Rebagliatti, Paola Scialoia, Teresita Suárez
La filosofía como “cura del alma” y la educación para la sabiduría
Andrea Díaz Genis
EL ESCRITO DE SÉNECA, “De la tranquilidad del ánimo”, LEÍDO COMO “ACTO MÉDICO” PDF
Enrique Puchet
Reflexiones sobre educación y verdad desde la perspectiva de Michel Foucault
Patricia Carabelli
Una relectura de Kant a partir de Foucault y sus consecuencias para la educación
Álvaro Rodríguez Ruíz Díaz
El cuidado de sí en el taoísmo y la medicina tradicional china: breves e introductorias reflexiones a propósito de Nourrir la vie de Francois Jullien
Roberto Calabria
Magisterios del Psicoanálisis
Alba Fernández
Hacia una pedagogía humanizante: algunos aportes de Séneca
Adriana De los Santos

TRADUCCIONES

Michel Foucault: SUBJETIVIDAD Y VERDAD
Enrique Puchet

HOMENAJE

Primer centenario de la ejecución de Francisco Ferrer Guardia fundador de la Escuela Moderna de Barcelona (1859 – 1909)
Gerardo Garay


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FERMENTARIO - Departamento de Historia y Filosofí­a de la Educación. Instituto de Educación. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la República. Uruguay. ISSN 1688-6151

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