¿Por qué queremos ser ciencia?

Paula Ibiñete

Resumen


El presente artículo tiene como centro la pregunta por el estatus de cientificidad del campo disciplinar de la educación. Para poder abordar la pregunta partimos del pensamiento de Bourdieu (1999), quien explicita que las ciencias sociales, por tomar como objeto de estudio la realidad social, están sometidas a un doble principio de legitimación: el científico y el social. Y son estos principios a los que debe someterse el campo disciplinar en cuestión para ser legitimado como ciencia, primero por otros científicos sociales, luego reconocido como tal por la sociedad.

El artículo consta de dos secciones de análisis, una en la que se presentan los problemas que la disciplina afronta para establecerse como ciencia a los ojos de otros científicos, específicamente tratamos la dificultad para delimitar un objeto de estudio propio, el problema de los productos de la investigación y el espacio institucional en el que se ubica la disciplina a partir del desarrollo de la Licenciatura en Educación. La segunda sección aborda las consecuencias que estas dificultades traen a la posibilidad de reclamar el monopolio del discurso legítimo en la sociedad. A su vez, en esta sección, tratamos una posible explicación a por qué la pregunta por la cientificidad siempre vuelve a presentarse: la búsqueda de diferenciación y valoración respecto a otros profesionales de la producción simbólica. El discurso científico es colocado en un cierto escalón de legitimación social respecto a otras formas de conocimiento y los Licenciados en Educación quieren colocar a su discurso en ese mismo escalón.


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FERMENTARIO - Departamento de Historia y Filosofí­a de la Educación. Instituto de Educación. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la República. Uruguay. ISSN 1688-6151

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